La Asociación Madrileña de Pediatría de Atención Primaria, los Coordinadores de Pediatría de las Direcciones Asistenciales madrileñas y la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla La Mancha, tras el análisis de los últimos protocolos de reorganización, consideramos que la respuesta organizativa que se ha realizado desde las diferentes administraciones sanitarias y los servicios de Salud Pública no ha tenido en cuenta la fortaleza de la Atención Primaria en nuestro país. Por ello:
1. Solicitamos que los niños sean evaluados por los profesionales de Atención Primaria, ya que tienen capacidad de realizar la imprescindible discriminación de los pacientes, diferenciando entre quienes pueden seguir recibiendo atención en el centro de salud y/o en el domicilio y aquéllos que deban ser derivados a la atención hospitalaria.
2. Es necesario solucionar el problema de la consulta telefónica y de los mecanismos de información que se han establecido en las diferentes comunidades autónomas. El 112 y el 061 están ahora absolutamente sobrecargados y no pueden cumplir el papel para el que fueron diseñados. Proponemos que los ciudadanos reciban la atención telefónica y la información desde su centro de salud, ofreciendo así una respuesta ágil a sus preocupaciones y decidiendo si los pacientes precisan o no atención presencial. Para ello sería útil mantener los canales habituales de citación (cita voz, cita web) advirtiendo de su uso exclusivo para consulta telefónica.
3. Exigimos la dotación de recursos que garanticen la seguridad asistencial y la capacidad de resolución. Es imperativo que todos los equipos de Atención Primaria dispongan de pruebas de diagnóstico rápido y posibilidad de realizar pruebas urgentes. Asimismo se debe asegurar la seguridad de los profesionales con la dotación del material de protección necesario y suficiente para la atención en centros de salud, puntos de atención continuada y domicilios.
4. Entendemos que puede ser necesario unificar puntos de Atención Primaria ante la falta de profesionales, pero siempre que se mantenga una atención adecuada, tanto en situaciones urgentes como en consultas habituales no demorables. En Pediatría de Atención Primaria además existen revisiones de niño sano, imprescindibles como la del recién nacido, que no pueden dejar de llevarse a cabo, ya que supondría un riesgo injustificado para la población pediátrica. Siguiendo los procedimientos establecidos en los centros, pueden realizarse con seguridad dichos controles de salud de los niños, establecidos en los períodos críticos de la primera infancia y algunos coincidentes con la primovacunación, que no se deben dejar de efectuar ni se deben posponer. Por tanto, consideramos que el cierre mayoritario de centros de salud supondría un grave error, puesto que constituyen elementos esenciales en la gestión de esta crisis sanitaria.
A modo de reflexión, cabe señalar que la organización de nuestro sistema sanitario con una Atención Primaria poderosa es, probablemente, el mejor diseño para dar respuesta a esta pandemia. Los hospitales no solo precisan más recursos sino que alcanzan su
máxima eficiencia cuando únicamente llegan aquellos pacientes que los necesitan. Por este motivo, se hace imprescindible que previamente hayan sido evaluados por los profesionales de Atención Primaria y atención continuada.
Se trata de dotar a Atención Primaria y confiar en su capacidad de resolución para dar, no solo atención a ese 80 % de pacientes cuyo cuadro será leve, sino también para discriminar los cuadros leves de los graves y asegurar la continuidad de la atención a los niños que sean dados de alta del hospital. Todo ello sin desatender, en ningún momento, la atención a aquellos niños que tienen otros problemas de salud diferentes a los derivados de la infección por COVID-19. Este hecho es especialmente relevante, dado que, aunque están disminuyendo con el confinamiento algunos motivos de consulta, han aumentado los accidentes infantiles como las intoxicaciones por fármacos, la ingesta de cuerpos extraños y las consultas relacionadas con fiebre en recién nacidos. Por todo lo anterior y pese a que la patología por COVID-19 tiene menor incidencia en la población infantojuvenil, consideramos fundamental el papel del pediatra de Atención Primaria por su labor proactiva, de contención, de atención, de seguimiento, de información y de apoyo a las familias, y más en un tiempo de aislamiento domiciliario que se prevé más prolongado.
Reconocemos el esfuerzo y la dificultad en la toma de decisiones de los responsables políticos y gestores sanitarios en un entorno tan complejo, difícil y cambiante y por eso, lejos de trasladar una crítica negativa, nos creemos en la responsabilidad moral de hacer llegar nuestras valoraciones profesionales con el único objetivo de aportar elementos que ayuden a resolver de la manera más eficiente esta dramática alarma sanitaria. En un escenario tan complejo como el actual se hace más necesaria que nunca la escucha a los profesionales, teniendo en cuenta al gran colectivo que está realizando una enorme labor de contención en el primer nivel asistencial, tan potente en nuestro país a diferencia de otros de nuestro entorno.
Asociación Madrileña de Pediatría de Atención Primaria
Coordinadores de Pediatría
Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla La Mancha
Documento de posicionamiento Pediatria AP cierre centros de salud madrileños