La AMPap lleva más de 20 años advirtiendo y tratando de evitar la actual crisis de la Atención Primaria (AP).
Llevamos más de veinte años avisando de la ya establecida crisis de la AP en general y de la Pediatría de AP en particular.
Más de 20 años elaborando propuestas para frenar el deterioro progresivo de la AP.
Más de 20 años de reuniones y colaboración en grupos de trabajo propuestos por la Gerencia Asistencial de AP para mejorar la AP, para tratar de salvarla.
Llevamos más de 20 años tratando de hacer ver a nuestros gerentes cuál iba a ser el destino de la AP si no se tomaban medidas.
Bueno, pues ese destino que queríamos evitar ya está aquí. La Atención Primaria se está hundiendo.
El principal problema de la Atención Primaria desde hace demasiado tiempo es la falta de recursos humanos, principalmente MÉDICOS. Inicialmente la falta de facultativos afectaba más a los pediatras y, ante su escasez, en lugar de llevarse a cabo medidas de calado para atraer a más pediatras a la AP, se trató de solucionar permitiendo a médicos de familia hacerse cargo de consultas de pediatría. Poco a poco el problema se ha ido agravando, no sólo en lo que se refiere a la pediatría, sino también en medicina de familia, que año tras año y con una gran velocidad, está perdiendo facultativos en AP. Ante la falta cada vez mayor de médicos en el primer nivel asistencial, la carga de trabajo aumenta para los facultativos que ejercemos en AP, lo que impide realizar nuestro trabajo en unas condiciones dignas y de seguridad, tanto para profesionales como para usuarios. Esto a su vez desincentiva todavía más a las nuevas generaciones, que prefieren otras salidas laborales antes que buscar trabajo en los centros de salud.
La mayor muestra de esta situación la hemos tenido hace sólo una semana, cuando se convocó a los recién terminados MIR de pediatría y medicina de familia, a elegir plaza en los centros de salud. Apenas 5 nuevos pediatras de 76 eligieron plaza en un centro de salud de Madrid para comenzar su actividad profesional como adjuntos y tan sólo 17 nuevos médicos de Familia de 224 que han terminado su formación este año, se van a quedar en la Atención Primaria madrileña.
Hoy en día hasta los médicos de familia, formados expresamente para hacer su labor en el ámbito de la AP, huyen de los centros de salud madrileños buscando mejores condiciones laborales, ya sea en la medicina privada, en los hospitales, en otras comunidades autónomas e incluso en otros países. Esto lleva años pasando en pediatría de AP, que por ser minoría en los equipos sufrimos todavía más la falta de suplentes y la sobrecarga de trabajo que esto supone.
Las razones de este éxodo de médicos son múltiples y han sido expuestas a nuestros gerentes en incontables ocasiones. Una de las principales razones es el horario de tarde, que impide conciliar a los nuevos médicos, que están comenzando a formar sus familias. La escasez de médicos hace que las consultas sean cada vez más extensas, inasumibles, con cargas de trabajo que ponen en riesgo la seguridad y la calidad asistenciales. Agendas sobresaturadas, a las que hay que sumar los pacientes de los compañeros que están de baja o permiso, o incluso de las plazas vacantes sin cubrir, en el propio centro e incluso de los centros próximos, así como las incontables consultas forzadas de pacientes sin cita, que acuden al centro y tienen que ser vistos, sin un triaje ni filtro adecuado. No se dispone de tiempo para otras actividades que también son competencia de la AP, como la docencia, la educación para la salud, la realización de técnicas o pruebas complementarias, etc,…Todo esto desincentiva a los nuevos médicos a emprender su carrera en AP, pero también está haciendo que compañeros que llevan años trabajando en AP empiecen a replantearse su futuro y buscar otras alternativas profesionales.
Si queremos mantener una Atención Primaria de calidad, una asistencia a nuestros pacientes como merecen y salvar un sistema que ha sido referente para el resto de países de nuestro entorno, necesitamos MÉDICOS. No podemos mantener la Atención Primaria sin su principal activo: médicos de familia y pediatras.
Llevamos más de 20 años advirtiendo de que esto iba a ocurrir. Ahora no se trata de una advertencia, es una realidad.
Exigimos a la Comunidad de Madrid que aplique medidas de calado para atraer a nuevos profesionales y para evitar la huída de los actualmente aún presentes. El nuevo “Plan de mejora” presentado no resuelve el problema, porque no atrae ni fideliza a nuevos profesionales. En los próximos 5 años se prevé la jubilación de unos 1200 facultativos. Está en riesgo la supervivencia del sistema y no podemos quedarnos de brazos cruzados.
Nosotros seguiremos luchando por la Atención Primaria, seguiremos luchando por la calidad asistencial de nuestros pacientes, pero corresponde a la Comunidad de Madrid llevar a cabo las medidas necesarias para evitar el hundimiento de la Atención Primaria.
Llevamos más de 20 años…que no digan que no lo advertimos.